Controlando la Zona (Ginger)

Ese día había despertado temprano, desayune, leí el diario del día, me di una ducha, me vestí de una forma elegante como siempre de traje negro y una camisa, en mi cintura siempre llevaba la 9mm. Fui hasta el garaje de la mansión y tome mi Lamborghini murciélago negro. Una ves que me subí al auto lo encendí y comencé a irme del lugar, a los pocos minutos ya estaba en la ciudad recorriendo la zona, estacione frente a la plaza y me baje para ver como iba todo… hacia tanto tiempo que no iba a ese lugar.

Estaba apoyada en un semáforo con las manos en los bolsillos y mis típicas gafas grandes cubriéndome los ojos. Mi típico lugar de trabajo cuando quedaba con clientes importantes. Cuando decía importantes me refería a clientes que sabían pagar la buena mercancía.
Vi pasar un Lamborghini negro por delante de mi, pero se paró en el semáforo. Interesante... El conductor o la conductora que estaba subido a ese auto tendría que tener dinero, y no poco...

Una ves me baje del auto cruce la calle caminado tranquilo hasta que me sonó el móvil, lo atendí y era uno de mis informantes diciéndome que la chica que estaba en el semáforo era una narco. Sonreí y colgué llevando ambas manos a mi bolsillo caminando hacia ella lentamente hasta pararme frente suyo.

Hola linda… me acompañas a dar una vuelta, tenemos que hablar…

Le dije guiñándole un ojo mientras ponía mi mano en su hombro.

Miré como colocaba su mano encima de mi hombro el chico del Lamborghini y le sonreí.
-Hablemos pues -le dije aun con la sonrisa en la boca. Me encantaba hacer negocios con gente rica.

Sonreí al ver que acepto, la tome por la cintura como si fuéramos una pareja y comencé a caminar con ella a mi lado a paso lento… Lleve mi mano al bolsillo y tome una caja de cigarrillos de los cuales lleve uno a mi boca y luego encendí dándole una calada.

Dime Ginger Stack… No crees que con 19 años podrías estas haciendo mejores cosas que vender droga? Digo eres muy hermosa y joven, podrías hacer miles de cosas…

Le dije caminando a su lado mirándola a los ojos mientras nos adentrábamos en la plaza.

Pasó su mano por mi cintura como si fuésemos una pareja. Sonreí ante ese gesto y vi como se prendía un cigarro. Lo cogí de su boca mientras escuchaba lo que me decía y le di una calada. Sonreí al ver que si que iba bien informado sobre mis datos y que yo no sabía ni su nombre.
-Hay pocos trabajos que dan tanto dinero -le contesté y expulsé el humo del cigarro.

Mientras caminábamos me robo el cigarrillo por lo que sonreí apretándola mas a mi y acariciando su cintura, luego de que fumo un poco se lo quite y le di otra larga calada expulsado el humo a un lado.

Si me imagino, pero es un trabajo que daña a las personas… y como sabrás a los italianos no nos gustan las drogas, tal ves Angela te lo permitió pero no queremos mas droga en la zona. Aunque… tengo un trabajo para ofrecerte.

Le dije mirándola a los ojos mientras nos deteníamos en el medio de la plaza y la llevaba a uno de los bancos en el cual me senté.

Cuando me apretó mas contra él y me acarició la cintura, sonreí. Me quitó su cigarro y comenzó a fumar él. Le escuché atentamente.
-Yo sé que la droga es mala, pero yo no obligo a nadie a tomar. Tan solo la vendo y me saco dinero... -le informé y seguí escuchando cuando de repente llegamos a una plaza, me miró a los ojos y se sentó.
-¿Qué tipo de trabajo? -pregunté interesada mientras me sentaba a su lado y me quitaba las gafas de sol sonriéndole.

Escuche lo que dijo y sonreí dejando que se sentara a mi lado mientras se quitaba las gafas de sol y me sonreía, le sonreí de la misma forma observando sus ojos directamente, me gustaban mucho. Luego de eso le di una calada al cigarrillo y se lo di expulsando el humo hacia un lado.

Es lo mismo que quieras suicidarte y te de el arma… no hay mucha diferencia, solo que esta primero te vacía la billetera – Suspire pensativo – Bueno me an dicho que eres muy buena con esto de los negocios, sabes muy bien manejar el dinero y demás cosas que sirven para la administración por lo que… Luego de haber estado recapacitando las cosas un rato, quería ofrecerte si no quieres ser mi secretaria… Por supuesto que te pagare muy bien.

Le dije mirando sus ojos pensativo, yo se lo proponía ella lo dejaba o lo tomaba de todas formas iba a dejar de vender drogas en la zona italiana.

Se quedó un buen rato mirándome los ojos y yo le respondí la mirada con una sonrisa. Al final terminó hablando.
-Si, soy buena en los negocios -le contesté y seguí escuchando -¿Para que necesitas una secretaria? ¿Y por qué me lo pides a mi? -le pregunté extrañada mientras miraba como una paloma se colocaba delante nuestra de reojo.

La escuche y sonreí mirándola a los ojos jugueteando con el cigarrillo en mis dedos mientras miraba a la paloma que se había posado frente a nosotros… nunca me habían gustado por que siempre apuntaban a mi cabeza cuando hacían sus necesidades. Suspire y la mire a los ojos.

Por que me eh mudado hace poco a la ciudad mi secretaria de Italia no pudo venir con migo ya que tenia familia y demás cosas…. Por lo que decidí buscar a una persona que sepa de negocios, que sea joven, y por así decirlo tu reúnes esas características.

Le dije guiñándole un ojo mientras le daba una calada a mi cigarrillo y luego lo tiraba al piso pisándolo con mi zapato, acerque mi boca a su cuello y libere el humo en el para luego mirarla de cerca a los ojos.

Y sobre todo linda…

Le dije sonriendo pasando un dedo por su mejilla acariciándola.

-¿Y que pasa si no acepto? -le pregunté cuando me dijo lo de que su secretaria no pudo ir con ella.
Se acercó a mi cuello y expulsó el humo del cigarro en él. Yo simplemente sonreí.
-¿De cuanto dinero estamos hablando cuando dices mucho? -le pregunté cambiando de opinión. Los negocios eran los negocios.
Volví a sonreír cuando pasó un dedo por mi mejilla acariciándomela y alcé las cejas.

La mire a los ojos y me levante acomodándome el traje mientras miraba el rolex que tenia en la muñeca, suspire al ver que dentro de poco se hacia la hora de la reunión que tenia. La mire y sonreí nuevamente, tenia algo especial esa chica que me atraía un poquito…

Si no aceptas te vas a seguir vendiendo tu droga a otro lado, y si aceptas ganaras mas dinero que el de vendiendo droga seguro… no soy malo a la hora de pagarle a mis empleados. Aunque tu decides…

Saque mi billetera y de ella una tarjeta con mi numero, después de todo era necesario tener tarjetas para repartir.

Cuando te decides me llamas si?

-Se que a los italianos no les gusta la droga, pero si me piden no puedo negarme -le dije cuando se levantó y me tendió una tarjeta. Aunque aceptara, no iba a dejar de vender droga. Simplemente esperaría a que los clientes me llamaran si necesitaban algo. Era conocida y la mayoría de mis clientes tenían mi numero de teléfono.
-¿te vas ya? -le pregunté haciéndome la ofendida -creía que nuestra conversación sería mas larga, pero en fin... -me levanté yo también para despedirle -tendrás noticias mías -le aseguré.

Escuche lo que dijo y suspire regalándole una sonrisa, me acerque a ella y la bese en la mejilla, luego bese su otra mejilla y tome su rostro entre mis manos mirándola muy de serca con la punta de nuestras narices tocándose.

Ginger… créeme que no te equivocaras, además… este bello rostro necesita ser usado para cosas mejores preciosa.

Le guiñe un ojo y me separe de ella comenzando a irme en busca de mi auto, pero antes de eso me gire.

Espero tu llamado…

Le dije a unos cuantos metros mientras salía de la plaza.

Mientras me daba los dos besos y me cogía de la cara, yo simplemente le sonreía. Este chico tenía algo...
-Tendrás noticias mias -le dije y vi como se iba de la plaza mientras yo sonreía.